Traemos hoy a la sección de Poesía para la noche en blanco de Granada al poeta Emilio Ballesteros, que estará también en la antología La luna en verso ideada para este evento, para lo cual os dejamos la muestra de algunos versos y una muy breve reseña personal y literaria.
EMILIO BALLESTEROS
CON LOS POETAS DE LA NOCHE
EN BLANCO DE GRANADA
Emilio Ballesteros.
Poeta, narrador, dramaturgo y ensayista. Con premios en diversos géneros, ha
sido incluido en antologías de España, México, Chile, Cuba, Perú, Colombia y
Alemania; ha sido traducido al italiano, árabe (para Kuwait, Siria, Yemen y
Marruecos), alemán, inglés, francés y portugués para su publicación en revistas
de diversos países de habla no hispana. Algunas de sus obras: en poesía “Ojos
de corazón y fuego”, “Trilogía del silencio”, “El mago”, “Mi nombre es Nadie”;
en narrativa: “Aynadamar, la fuente de las lágrimas”, “La baraka”, “El
negro” “Alonso, el loco”; en teatro: “El kiosco ´e Benito”,
“La eternidad y el vampiro”; en ensayo: 21 etapas de un viaje en
espiral”.
Escribe para
diversas revistas y periódicos y dirige la Revista internacional
de literatura y teatro ALHUCEMA.
Página web con
alguna de su obra:
NOCTURNO URBANO
Alguna vez, paseando con mi coche por las
calles solitarias en la madrugada de la ciudad,
me pareció que aquello sonaba a “blues”
Un piano azul
y un contrabajo
negro…
Pero la noche es
roja
y llora con un saxo
de ventanas.
Un coche verde,
el parabrisas
blanco…
Pero el cristal no
tiene
color y a su través
sólo hay barandas.
Un turbio asfalto
y un suelo gris
brillante…
Pero hay por su
humedad
acónitos en esta
noche glauca.
Luce un neón
y un gato en las
basuras…
Pero los perros
ladran
su ronca cantinela
de nostalgias.
Del libro “Ojos
de corazón y fuego”; 1996
CANCIÓN DE LA
ALEGRE TRISTEZA
(DE ALETREZA)
Entre pétalos de
rosas
buscarle luz a la
pena;
oh, águila
tenebrosa…,
desolación de la
arena.
Y en el transir de
la piedra
a la sutil
claridad,
ser luciérnaga en
la hiedra
y brillo en la
oscuridad.
Que no hay nada más
furioso
que este dolor de
existir
ni nada hay más
hermoso
que el amor para
vivir.
Por las veredas
oscuras
ser de juncia y de
romero
y en las angostas
fisuras
ser viento que
sopla fiero.
Y en la inquietud
de la sombra
ser raíz que
remanece
y ser niño que se
asombra
cada día que
amanece.
Que no hay nada más
hermoso
que la alegría de
existir
ni nada hay más
furioso
que el amor para
morir.
DESIERTO ILUMINADO
Violencia contenida…,
alucinado cielo que se retuerce al viento
y en el mirar transido
se transforma en serena
luz, azul como el agua…
Fuego inmisericorde
que se volvió palmera…
Velados resplandores,
luces que en su espiral
mi corazón transportan
más allá de los tiempos,
a un lugar en que habita
sólo el Ser más allá de la Nada.
Emilio Ballesteros
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