Para nuestra sección habitual de poesía del blog de La noche en blanco de Granada, traemos hoy a la poeta gaditana Rosario Troncoso González, en la ofrecemos una muestra de su quehacer poética y una semblanza breve de su actividad literaria.
LOS VERSOS DE ROSARIO TRONCOSO GONZÁLEZ
PARA LA NOCHE EN BLANCO DE GRANADA
Rosario Troncoso González (Cádiz, 1978). Licenciada
en Humanidades (Universidad de Cádiz). Máster en
Periodismo (Universidad de Sevilla). Experta
Universitaria en Gestión Cultural (Universidad de Cádiz)
Profesora de
Enseñanza Secundaria y Bachillerato de Lengua Castellana y Literatura. Poeta y
escritora.
Editora en
Dos Mil Locos Editores. Directora de
la Revista Literaria y Cultural “El Ático de los Gatos”.
Colaboradora
habitual en El Independiente y Cadiz Noticias. Ha escrito los siguientes libros de poemas
“Huir
de los Domingos” (Editorial Padilla, 2006) “Delirios
y Mareas” (Publicaciones del Sur, 2008), cuya segunda edición ha sido
subvencionada por la Junta de Andalucía en 2009. "Juguetes de Dios" (CVA Ediciones, primera
edición en 2009; segunda edición en 2010). Su cuarto libro de poemas. “El Eje
Imaginario” (Ediciones en Huida). Primera edición en abril de 2012. Segunda
edición octubre 2012.
“Yo no soy Dorothy, ni este es el
Reino de Oz” (CVA
Ediciones, 2012) es, por ahora, su última incursión en la poesía. Ha siso incluida en numerosas antoilogías poéticas. Próximamente
verá la luz el primer libro de relatos.
ROUGE
Rojo, salvaje, rojo.
Labios que hierven. Sangre de la Luna.
Macerado deseo. Fragante y rojo.
Guardaba yo tus días amarillos
de arenas amarillas
aquel verano infinito y fugaz,
y diez huellas blancas de antigua sal
sobre tu cuerpo celeste.
Y lágrimas de estatua.
Boca cítrica, vértigo naranja.
Sed de amor de agua.
De pronto, un desierto íntimo.
Y todo el mar posible,
en mi pecho oscuro, verde, nocturno.
Tormentas grises, pájaros que huyen
Debajo de los párpados.
Azul de muerte y olvido transparente.
Roja herida, roja,
frágil y roja.
BACANAL
Selene voraz, cíclica.
Bruja azul y nocturna,
dormida entre los pliegues
salobres del deseo.
Luna redonda, lúbrica.
Mujer-pez, espuma húmeda,
anegada de mar,
De par en par abierta,
germinan sus orillas.
LA LITURGIA DE AMARNOS
En la orilla del deseo nos mojamos
Los pies a medianoche.
Tú, yo, ávidos de mar,
Invocamos a brujas y veranos
Sobre la arena nocturna y caliente,
Aún con restos de sol.
Teníamos fe en extaños presagios.
Y detrás de la luna del solsticio,
Celebramos la liturgia de amarnos.
Soñamos muchas cosas.
Soñamos el amor
Y el amor también nos soñó a nosotros.
Y fue entonces que nos acostumbramos
embebidos de la extraña melaza
que recubre y oculta el vicio absoluto,
a tocar el dintel del paraíso.
(De El Eje Imaginario, EEH, Sevilla 2012)