POEMAS DE ANTONIO PORRAS CABRERA
PARA LA NOCHE EN BLANCO DE GRANADA
Antonio Porras Cabrera. Nace en
1951 en Cuevas de San Marcos (Málaga), emigró a Barcelona en 1967, donde vivió,
trabajó y estudió hasta 1977, en que cambia su domicilio a Málaga
Su vocación poética se destapa al
jubilarse como profesor titular de la universidad de Málaga y tener tiempo para
darse a la escritura. Se define como librepensador y la poesía es para él un
instrumento o vía de expresión de ese librepensar, que completa con las
reflexiones y entradas en su blog, llamado “Cosas de Antonio” (Blog de Antonio Porras) que
acumula cerca de 120.000 visitas.
GRANADA Y EL DARRO
Tú no lo sabes,
pero yo quise ser río y tú Granada,
yo era el Darro y tú la Alhambra.
pero yo quise ser río y tú Granada,
yo era el Darro y tú la Alhambra.
Había quedado prendado de tu encanto,
de tus ojos profundos cargados de misterio,
puerta de mil cuentos de líbidos deseos,
de fantasías ignotas cargadas de secretos.
Traigo de la montaña el agua pura y cristalina
que a tu faz dé frescura,
que limpie tu piel tersa y sin arrugas,
con una caricia de ternura.
Y vengo a regalarte
perfumes de agua fresca
y olores de azahar y tomillo
que nace en Sierra Harana,
la hija del Veleta.
Al pasar junto a tu falda,
rozando el Albaicín en un baile excelso de alegría,
la tentación me llama de forma irresistible
y pongo en marcha, con todo mi candor,
el arte seductor que me acompaña.
A cada salto entono cánticos de amor y de esperanza,
derramando gota a gota mi ilusión entres las jaras,
y llevado en volandas por mi fantasía
me armo de valor y juego con tu falda.
Bordeo y vuelvo a bordearla
hasta hacerme notar y sentir tu mirada,
entonces me observas desde arriba
y desde una torre mora
me arrojas la llave de tu
casa.
Cerca de Santa Ana, ya todo se ha rendido,
ya no nos queda nada,
cogidos de la mano bajamos montados en pasión desenfrenada,
y entonces se inicia el juego del amor,
tu falda ya no está
y mi cauce se orienta hacia tu alma queriendo penetrarla.
Mis aguas invaden dulcemente tus entrañas
y atraviesan tu cuerpo dejándote preñada,
cargada de la vida que nace en la montaña,
y canto bailando entre tus ancas sintiéndote mi hada,
una canción de amor y sintonía,
donde le damos cuerpo a la alianza
Cerca de Santa Ana, ya todo se ha rendido,
ya no nos queda nada,
cogidos de la mano bajamos montados en pasión desenfrenada,
y entonces se inicia el juego del amor,
tu falda ya no está
y mi cauce se orienta hacia tu alma queriendo penetrarla.
Mis aguas invaden dulcemente tus entrañas
y atraviesan tu cuerpo dejándote preñada,
cargada de la vida que nace en la montaña,
y canto bailando entre tus ancas sintiéndote mi hada,
una canción de amor y sintonía,
donde le damos cuerpo a la alianza
entre tú y Sierra Nevada,
entre el hombre que te vive y el agua que te baña.
entre el hombre que te vive y el agua que te baña.
A FEDERICO GARCÍA LORCA
En el 75 aniversario de su muerte
Entre los olivos verdes
marcha la verde guadaña
con cabezas de charol
y la hiel en las entrañas.
Humillado Federico
por sufrir tanta patraña
con su paso ensimismado
va hacia la muerte anunciada.
Gritos, blasfemias y golpes
y un disparo que le mata,
sus infames asesinos
muestran su mísera alma…
Entre los olivos verdes
corre Preciosa espantada
mesándose lo cabellos
gritando desesperada.
Llama a Antoñito el Camborio,
busca por todas las plazas
a Ignacio Sánchez Mejías
y ve a Soledad Montoya
con la faz desencajada
semblando un cuadro de Goya.
Hasta Paquiro y su hermano
dejaron de discutir,
en este mundo gitano,
que es día de luto y sufrir.
Y Preciosa con sus gritos
va llamando en la alborada
para plañir en el duelo
en la casa de Bernarda.
Lloran estrellas fugaces
en lluvia desesperada,
la luna de los gitanos
va gimiendo la desgracia
asomándose al barranco
dejando enlutada el alba.
Ay luna de pergamino,
luna de frígida plata,
escóndete entre las nubes
escóndete entre la jara,
no le des luz a los campos
en esta noche tan trágica.
Tragedia,
Bodas de sangre
en la tierra derramada
que ha dejado de ser Yerma
para preñarse en su savia,
para acoger la semilla
que dé su fruto mañana.
Mientras,
Mariana Pineda,
banderas de libertad
sigue bordando en su casa
sin enterarse siquiera
de tanta y tanta desgracia.
La muerte se fue contenta
y a Federico llevaba,
se lo arrebató a la vida
la fuerza de su guadaña.
Desde entonces en el cielo
la alegría es desbordada,
la pena y el sufrimiento
en la tierra se quedaba.
Y entre los olivos verdes
corre Preciosa espantada
mesándose los cabellos
gritando desesperada,
a casa de los ingleses
para ver sí ellos le salvan…
Antonio Porras Cabrera
Cuevas de San Marcos,
19 de agosto de 2011
Felicidades, poeta Antonio Porraz Cabrera y muchas gracias por su arte.
ResponderEliminarUn cordial saludo desde Miami.
Jeniffer Moore