LOS VERSOS DE ÁLVARO VALVERDE
PARA LA NOCHE EN BLANCO DE GRANADA
Álvaro Valverde (Plasencia, Extremadura, 1959) es
autor, entre otros, de los libros de poesía Las aguas detenidas,
Una oculta razón (Premio
Loewe), A debida distancia, Ensayando círculos, Mecánica terrestre, Desde
fuera (publicados en la
colección Nuevos Textos Sagrados de Tusquets) y Plasencias.
Sus poemas,
traducidos a varios idiomas, han sido incluidos en algunas de las más importantes
antologías y estudios de la poesía española contemporánea.
Ha dado a la
imprenta también dos novelas, Las
murallas del mundo y Alguien que no
existe; un libro de artículos, El
lector invisible, y otro de viajes, Lejos
de aquí.
En 2012 apareció en
la colección Arrecifes de La Isla de
Siltolá Un centro fugitivo, antología
en edición de Jordi Doce.
Tiene un blog desde
2005: blog de Álvaro Valverde
DESDE FUERA
Vivir es deslizarse, repetiste,
captar nuestra existencia de soslayo
o verla desde lejos, en lo alto,
con la perplejidad del que contempla.
Los que te conocieron aseguran
que tú viviste así, que no hubo nada
ni nadie que pudiera desviarte
ni un ápice siquiera de ese trazo
que le diste por fin a tu camino.
Esa senda emboscada conducía
a una casa perdida entre los páramos.
Sobre aquel pedregal erosionado,
bajo la ardiente luz de los veranos,
una sombra precisa dibujaba
el estupor final de tu extravío.
En ese santuario estableciste
una visión del mundo peligrosa.
Rogabas a los dioses con frecuencia
que no nos castigaran con desgracias
(capaces en su ardor de destruirnos)
sin antes enseñarnos lo importante:
la frágil transparencia de la vida.
AUTOBIOGRAFÍA
Miro el río y
hacerlo me consuela
porque en sus aguas
calmas rememoro
la vida que he
pasado contemplándolo.
Aunque con su
corriente se marcharan,
para nunca volver,
penas y gozos,
el engaño del
tiempo hace posible
que no parezcan
duras esas pérdidas.
Están en mi mirada
las mañanas
tranquilas de
domingo, pero también,
proyectadas sin luz
en su reflejo,
las sombras
acechantes de la noche.
Y están en las
orillas los recuerdos
de las tardes de
amor y están las voces
de los niños que
juegan y se bañan.
Mi vida es este río
que me lleva,
esta apacible huida
hacia la muerte.
Mis ojos, al mirar,
sin edad sueñan.
Y me siento feliz
por cuanto intuyo
De Desde fuera, 2008
LA ENCINA SOLITARIA
Está en una colina, la rodean
rocas, retamas, tierra
donde el árbol arraiga
y parece que apenas se sostiene.
Me la mostró mi padre cuando, niño,
paseaba con él entre los canchos.
Desde entonces retengo su presencia
con la necesidad de lo que dura.
Desde lo alto, observa la ciudad.
Es lo primero que distingo al volver.
Lo último que miro cuando salgo
de las murallas de este microcosmos.
Es algo más que una vetusta encina.
Sola, en su altura, sosegada, es cifra
de la vida a que aspira quien resiste.
Álvaro Valverde
Gracias, Acuyo, por esta nueva entrega, una estrella más en la constelación granadina. Un abrazo y feliz 2014, amigo.
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