La poesía de Mayte Albores en el blog de La noche en blanco de Granada, en su sección habitual dedicada a este evento.
LA POESÍA DE MAITE ALBORES
EN LA NOCHE EN BLANCO DE GRANADA
MAYTE ALBORES, de mi:
Al principio, cuando “debía” hablar sobre mí, siempre era
por boca de otro y contando mi trayectoria; ahora, sé que eso es lo que menos
importa (al menos a mí): ¿qué es lo que importa del poeta? Sino el verso, y no
el título.
Me llamo Mayte. Da igual donde haya nacido, porque no me
siento de ningún lugar y dudo encontrarlo nunca. Escribo para alargar mis días
y no morir de pena, también para gritar o para sonreír cuando mis labios no se
estiran más.
Escribo para recordar que la vida es maravillosa y porque
así me siento menos sola. La música y la poesía han sido mis mejores amantes, a
pesar de que (como todos los amores) me han dado desengaños punzantes por
depender (como tantas veces) del poder del hombre.
Me gusta la familia, las cañas con los amigos y el vino para
comer. Cada vez paso más de los formalismos, incluso esta presentación podría
parecer una mierda, pero ¿y si os aseguro que es lo más sincero que he escrito
nunca cuando he tenido que presentarme?
Al recitar siento tanto miedo minutos antes de alzar la voz,
que siento que voy a desmayarme, pero luego entro en un éxtasis que
probablemente no sería comparable a ninguna droga (y que me perdonen los
camellos si les he desmontado el negocio, pero ya me gustaría a mi pasar por los
viejos barrios y ver a “locos” adictos a recitar encima de los bancos, en las
aceras, en los portales y de rodillas frente a una puta, que no ver yonquis y
enfermos de jeringuilla y crack) Con la poesía hasta las calles vestirían de
flores aún estando los balcones oxidados y sin tiestos.
En este momento, no sé qué será de mí ni de mi vida, supongo
que como cualquiera que ahora me esté leyendo, pero por circunstancias lo vivo
con más intensidad. Y la intensidad puede ser tan extrema que corta como corta
el frágil filo de un hielo:
“Esta vida es de una intensidad tan grande que estar en este
umbral es como estar donde la agonía te perfora los días de tu vida. Me consumo
como una pequeña rama seca en un incendio de verano. Busco la mujer que fui.
Pero sólo hay una nube de un humo que, pronto, también se llevará el tiempo y
el viento”(Fragmento inédito de “Ensayo para un ser”)
POEMA NÚMERO 1 (INÉDITO)
POEMA SECCIONADO: MICRO "YOS"
En la boca, grillos cantores
en una noche como esta:
te nombro y arden las aceras
***
Incertidumbre.
Molesta garrapata
que infecta todo.
***
En ocasiones
ahogarse lentamente
es el regalo
que tienen los malditos
para bendecirse.
***
Qué bonito descubrir.
Es como volver al génesis
de una niñez
que aún no hemos perdido.
***
Es el espacio y el tiempo
ese juego que se nos presta.
Átame, átame poeta
de un extremo a otro
hasta partirme con tus versos,
y viviré tras derramarme.
POEMA NÚMERO 2 (INÉDITO)
Pedí, en silencios chirriantes,
con la mano sucia y desesperada
y del mismo modo en el que lo hacen los "sintecho"
por un poco de alcohol desde otros labios
que puedan conciliarnos como seres entre seres
y no como animales ajenos incapaces de hablar un idioma
por unas pieles de cartón prestadas
para ese frío tan cobarde que mata a traición
arañando, a veces, el rechazo.
Soledad gratuita.
Traté de huir de ojos y manos a pares
que se posaban sobre mí como, cientos, puñetazos
y de todos los salvajes y alcalinos salpicones de saliva
que me nombraban sin apenas conocerme.
Sólo conseguí alguna moneda
varios cigarros
las últimas caladas de un porro
sexo gratis (mucho)
emborracharme (más)
Pero aquí sigo sin conciliar mi lado humano:
no hablo, no beso, no abrazo.
POEMA 3:
Persigo mis sueños, despacito
porque suelo tropezar bastante.
Cualquier día me caigo en serio
y en una de esas me parto el alma.
Preguntarán, al borde de mi fractura
¿que te pasó?
Y con el último aliento diré:
-Viví cazando sueños
y, ellos,
me dieron el último tiro-.
Mayte Albores
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