LOS VERSOS DEL POETA ANTONIO PIEDRA
EN LA NOCHE EN BLANCO DE GRANADA
Antonio Piedra es director de la
Fundación Jorge Guillén, profesor de Literatura Española en la Universidad de
Valladolid, y académico de número de la Academia Castellano-leonesa de la
Poesía.
Ha publicado
diversos poemarios, como Del rigor al
desatino, Calendario profano, La moneda de Caronte, Argumento de cal, Edades de la sonante espuma, Si yo fuera de
verdad, Estamos en alta mar, etc. Su aportación más relevante, en cuanto
a renovación poética se refiere, gira en torno a la jaiquilla, estrofa de la que es inspirador.
Como estudioso
de la literatura, posee un amplio historial de publicaciones –libros,
ediciones, monografías, artículos y ensayos– que van de la época clásica a los
autores más recientes. Ha dirigido revistas y suplementos literarios, y firma
colaboraciones fijas en distintos medios de prensa. Entre otras distinciones,
cabe destacar el premio de Doctorado 1992,
“El tesorillo” de Poesía (Granada, 1994), Premio Nacional de Edición en
1995 y 1998, Premio Nacional Teresa de Ávila a la Trayectoria Literaria 1999, Premio Nacional 2001 Carilda Oliver de Cuba, o el Premio de Poesía
Jorge Guillén 2010.
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También Ovidio, en el Ponto
Euxino,
calmó las bullas con granizo
y, cuando los ardores fueron
mármol,
una tristeza dorada dio nombre
a cada esquina de la dulce Roma.
Todo destierro es eso:
atraco de melancolía,
una exclusión gratuita,
y una pregunta por el cielo:
¿éste será el mismo que poseía?
El mismo, el mismo que el acerolo
de los sueños ordinarios.
(De
Edades de la sonante espuma)
NOCHE
CARIBE
Un año apenas,
y aquellas palomas de san
Bernardo,
que por su velocidad tan purísima
nos parecían otras y las mismas,
hoy he vuelto a verlas en su
retiro
de invierno y sé que no:
que son definitivamente otras.
Las que fueron sobre el tejado
secreto y navío de la escarcha
evaporaron su hermosura
porque al raso de las ojivas
vosotros y yo,
pasión y criatura,
no somos sino etiquetas de un azul
errante y mortecino.
Sí, pero las otras, las que no
visteis
en su laberinto de naranjales
y dejaron en mi noche caribe
un atropello de sedas y un sollozo
de nieve,
esas, precisamente esas,
con su tiempo de arquero
y patrulla febril,
esas, lo juro, son las mismas.
(De Edades de la sonante espuma)
CULTURA
Apiádate
del turismo.
La
cultura al fin es como el amor:
un
sauce a la intemperie y tú.
Lo
reconozco
sin esa
náusea del futuro
que cede
gratis bastanteos al hedor:
soy
parte del tropel de reposteros
que ha
hecho de la modernidad
la
jareta descendente del espíritu
y un
panfleto social del alba.
Con la
neuralgia de los ismos
hemos
creado deidades sometidas,
políticos
caníbales,
intelectuales
de jabonera,
obras de
joviales enterradores,
y un
sentimentalismo astuto
de
lencería fermentada.
En
resumen: un percutor de ruidos
para una
sociedad pletórica
en
accidentes profundos
y en
soledades de cimbel.
A pesar
del progreso coronado,
el
triunfo de los sexadores
ha sido más
bien relativo.
Dentro
hay una resistencia solapada
–libertad
de origen–
que
oxigena el cansancio permitido.
Y
emergen primaveras,
que
revienta muros en Berlín
y
piraterías salvajes de Wall Street,
en
hermosos desfiladeros.
Y ahí,
en masteleros eternales,
Tristán
e Isolda en el acantilado,
Romeo y
Julieta en su realidad niña,
los
pensadores griegos y cristianos
en sus
confidencias de aurora, y tú…
tú moldeando el embuste de la boca
hasta el
próximo sorteo de un beso.
((De Estamos en alta mar)
Antonio Piedra
Gracias por traer a este poeta de especial fuerza lírica. El último poema llamado "Cultura" es una necesaria denuncia de la realidad actual. Un abrazo agradecido.
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