viernes, 11 de octubre de 2013

LA POESÍA DE PABLO LARA EN LA NOCHE EN BLANCO DE GRANADA



Traemos la creación del poeta chileno afincado en Los Ángeles Pablo Lara Buizu para nuestro blog de La noche en blanco de Granada, ofrecemos unos fragmentos de su Panteonero.




LA POESÍA DE PABLO LARA
 EN LA NOCHE EN BLANCO DE GRANADA





 Pablo Lara Buizu (Chile, 1995) Nace en Valdivia y se traslada a  Los Ángeles, cercano a la ciudad de Concepción, en 1999. Escribe sus primeros poemas a los 7 años. Ha publicado 4 libros, Buscando el sol (2005), Camino a la luz(2007) Catarsis(2010) y con editorial LAR Volando raso (2013). En el 2008 participa en la antología Traume de poesía en alemán. Actualmente cursa 4to año de la enseñanza Media en el Colegio Alemán de Los Ángeles. 



PANTEONERO
I



Soy panteonero de una senda plateada en mí se trituran los tiempos vengo del Olimpo olvidado donde la muerte se anidó.
Exhumé los cadáveres del Panteón y de los patios traseros soy panteonero, vengo del Panteón.
Los cadáveres rodaron a mis brazos desde las catacumbas y mi mano salvaje los socavó con un disparo: con un disparo de violín roto con una bala tatuada en la ausencia con pólvora chirriando angustia con una mano tiritando mano con una mano tiritando pena.
Y cada cadáver cayó cada vez cada beso, cada instante y el rocío bajó hacia el cementerio y descendió la hiedra al río construyendo una enredadera, una escalera, un crucifijo, azotando la madera de cada sola tumba de cada sola arteria de cada hombre solo.

II


Llorando los metales fríos en el pecho de los muertos.
Mientras las cruces lloran, y les crece el pelo, las uñas, la ausencia y la carne expele sonoridad yo me quedo aquí, escuchando los conciertos que los muertos hacen sonar. Las sinfonías de los huesos, la espuma del mar, los desfiles negros, el susurro de las piedras la maleza que empieza a brotar de cada lápida en silencio, el marchitar de cada flor, el humo, la misa, la totalidad del todo el aroma a silla, a roble, a soledad, a caoba verde y muda, el olor a lápida y a paso de piedra, a clavo, a martillo, a cincel, a rosa seca a ruda mojada, a viento, a panal viejo, a paso de cebra, a óxido, a metal, a cuervo disecado, a pena amarilla, a anillo, a racimo, a letargo infinito, a rezo, a cruz, a catacumba, a herrumbre, a polvo, a olvido, a mar en luto, a pala, a tierra, a gusano hambriento, a insecto, a fantasma blanco, a transparencia, a tiempo, a espacio, a aurora boreal, a pasto, a olivo, a llanto otoñal, plegaria vacía,
a semilla y salmo vano, a cáliz, canto y golondrina.
El aroma a cementerio me sabe a asco, pero soy panteonero, es mi trabajo.



III



La hoz que corta las tinieblas las venas que yacen en mis manos los pájaros que danzan, divertidos luciérnagas pasan volando.
Los susurros se hicieron letargo aquí, en el Panteón de los dioses y el pan sabe extraño en la superficie.
Quisiera descender allá abajo, comprarme una residencia, tener de vecino al paisano que murió por el 84, 83’, pero es muy tarde para mi o muy temprano.
La vida que bebimos todos, aún no se me derramó del vaso, que se evapora en cada día, en casa paso, como las aves que volaron raso, y los cadáveres que yo destazo, y esas luciérnagas, que, en cada caso, perderán su luz en el ocaso, planeando alas en un sitio eriazo en caída libre, en un tejado escaso.
Yo soy el metal que nunca corroyó el aullido de los lobos y soy la lágrima que perforó el cielo nostálgico. Los aeronautas caían a las domos desde sus globos aerostáticos…
Y sonreí entre la nebulosa lluvia hacia los brazos de la tibia noche…


Pablo Lara




1 comentario:

  1. Un saludo cordial para el joven poeta chileno que ya despunta como un sol radiante sobre la Cordillera.

    Desde Miami, con admiración.

    Jeniffer Moore

    ResponderEliminar